Ana Casas Broda en Valparaíso “Voy a sumergirme en esta experiencia”

Nacida en España, pero radicada en México desde 1974, la fotógrafa Ana Casas Broda es reconocida como una de las más destacadas exponentes actuales de esta disciplina. Su obra se centra en la memoria y la identidad a través de la exploración de la experiencia, el cuerpo y las acciones. Durante estos días, se encuentra en nuestro país,  invitada a participar del Festival Internacional de Fotografía en Valparaíso FIFV 2016 donde dictó un workshop, dió una charla y además, publicará un libro sobre el puerto.

-¿Cómo  ves el momento actual que está viviendo la fotografía?

La fotografía para mi tiene la maravillosa cualidad de crear una situación donde se manifiestan muchas cosas de la realidad. Permite al espectador entrar a un universo que de otra manera, no habría sido posible.  La fotografía es activada por el espectador cuando la mira y ese tránsito de espacio y tiempo me parece bien interesante. Es el largo camino que te catapulta poder estar en cualquier lugar del mundo. Internet permite a la gente acceder a museos en línea y conocer artistas actuales, estamos viviendo un momento de quiebre en la historia de la fotografía. Eso es algo muy estimulante y me gusta ser parte de eso.

-En un mundo dominado por la imagen femenina híper sexualizada y manipulada con photoshop, tu trabajo muestra el cuerpo femenino sin artificios. ¿Consideras que es un acto subversivo de tu parte?

Hice de Kinderwunsch una exhibición en Photo España y Austria, que son mis lugares de origen. Las imágenes fueron expuestas en tamaños muy grandes y eran una reflexión sobre la maternidad en la época contemporánea. La polémica que generaba era interesante, porque la maternidad cambia tu vida, tu lugar en el mundo y en la cadena generacional. No me propuse hacer un statement feminista sobre el cuerpo, sino trabajar esos temas que rompen la línea entre lo que es interesante en el arte y lo que no es interesante. Voltear la mirada hacia esos temas complejos es un acto subversivo. Cuestionarse por qué se considera obsceno situaciones como el amamantar y al mismo tiempo, nos parece válido mostrar violencia en los medios.

-Cuando tomas una serie de fotografías, ¿qué planeas primero: la exposición o el fotolibro?

Para mí la obra principal es el fotolibro. Al revés del típico catálogo que ilustra la exposición, en mi caso la exposición debe ilustrar el libro. El libro es la obra que perdura y la exposición es una manera diferente de plantearlo. El fotolibro, como formato, no ha muerto. En mi proyecto Hydra iniciamos una librería y estamos importando ediciones muy chiquitas, de países muy remotos y que son extraordinarias. Gracias al desarrollo tecnológico, las ediciones digitales están permitiendo que los autores hagan tirajes pequeños y a demanda. Son coyunturas históricas, como ocurrió cuando todo el mundo pudo tener cámaras y pasamos de ir a un estudio a tener una Polaroid personal que permitía revelar inmediatamente.

-Parte de tu trabajo también incluye proyectos educativos que involucran la fotografía, ¿cómo es tu relación con tus alumnos?

En el proyecto Hydra trabajo con los alumnos a largo plazo y muchas de estas generaciones seguimos colaborando después que dejo de hacerles clases. Buscamos una editorial, planeamos como conseguir dinero para publicar, yo les ayudo a reflexionar sobre el proceso de edición. Además, el año pasado participé de una curatoría en conjunto con el Centro de la Imagen y publicamos un libro que contiene trabajo de 53 autores contemporáneos.

-Al FIFV 2016 vienes a dictar un workshop, participar de una charla en los Diálogos Fotográficos y además, a trabajar en un fotolibro sobre Valparaíso que publicarás con  FIFV Ediciones. ¿Qué expectativas tienes de esta visita?

Me siento muy contenta de haber sido invitada al festival. Sé lo difícil que es mantener iniciativas independientes y hacer crecer un evento como éste, lugar que perdure me parece fenomenal. Cuando llegué al puerto, Rodrigo (el director del FIFV) me dijo que esperaba que esto fuera una bonita experiencia para mí y para los alumnos. La idea es generar un aprendizaje horizontal, no eres tú el que vas a enseñar sino que vas a crear un ambiente propicio para crear.

Me gusta que FIFV  Ediciones fomente la experiencia colectiva, el diálogo entre las personas. La experiencia de producir un fotolibro con ellos en mi estadía en Valparaíso va a ser un reto, es primera vez que vengo a la ciudad y no tengo claro cómo voy a abordar este libro. Pero voy a sumergirme en esta experiencia.

Retrato de Ana Casas por Victor Ruiz

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